Debido a sus compuestos amargos, el ajenjo es a menudo parte de licores apetitosos. En el siglo 19, la absenta, un destilado de ajenjo verde esmeralda, con frecuencia se solía disfrutar por sus propiedades embriagantes. En la escena de París de la vanguardia clásica bebían la absenta con azúcar y agua con hielo. Vincent van Gogh y Pablo Picasso también se dicen de haber amado la "hada verde" (La fée verte). Debido a los efectos adversos para la salud derivados del consumo continuo, la abssenta con ajenjo fue prohibida durante mucho tiempo. Aún así, el ajenjo es mejor conocido por su papel en la realización de la famosa bebida espirituosa anisada. El ajenjo emana un olor que los gatos tienden a evitar y es así bien adaptado para asegurar ciertas áreas en el jardín contra gatos.
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