La fresa de los bosques (Frasca Vesca), que crece de manera silvestre en Europa Central, pertenece a las frutas más deliciosas que puede llegar a probar. Su sabor no puede compararse con las formas cultivadas a grandes escalas, ya que las pequeñas frutas son inigualablemente aromáticas. Los frutos son perfectos para consumirse crudos y son especialmente populares entre los niños, ya que es muy divertido buscar y recolectar las dulces fresas. Cuando se siembran en grandes cantidades, también quedan muy bien en salsas y mermeladas. Con las hojas de la planta, se puede preparar un buen té para calmar malestares estomacales. Las fresas de los bosques producen varios estolones y tienden a propagarse exageradamente si no se les restringe. Preferentemente, crecen en cercas, árboles o arbustos ubicados en lugares iluminados o a la media sombra.
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