A simple vista, no se identifica inmediatamente al poleo de ciervo como una típica representante de las mentas, ya que sus hojas son más angostas y en forma de fascículos y por lo tanto, son visualmente muy diferentes a las hojas de la menta. Sus flores se desarrollan en forma de espiral, alrededor del tallo y por lo tanto, son muy decorativas. Sus flores son color rosa-violeta y en raras ocasiones color blanco. La esencia de sus hojas y sus flores es única y no deja lugar a duda, que el poleo de ciervo pertenece a la familia de la menta. Su sabor es muy fuerte e intenso, el cual se debe a un alto contenido de pulegona. Como resultado, el poleo de ciervo puede usarse como repelente contra insectos que pican. Sin embargo, la pulegona es dañina para la salud humana, si se toma en grandes cantidades. Por lo tanto, el poleo de ciervo no debe consumirse en grandes cantidades. En la naturaleza, el poleo de ciervo crece principalmente en tierras pantanosas, como los son orillas de ríos y estanques, así como también en praderas húmedas. Ya que especialmente las praderas húmedas son cada vez más raras, el poleo de ciervo se encuentra en la lista roja de especies amenazadas. En el jardín, la planta prefiere también una ubicación húmeda.
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