El rábano oleaginoso es una excelente planta anual, que sirve como abono verde. Sus raíces primarias aflojan y ventilan la tierra. El rábano oleaginoso tiene un efecto equilibrante en suelos fertilizados en exceso, debido a que consume mucho nitrógeno. Aunque pertenece a las plantas crucíferas y por lo mismo, solo debe sembrarse una vez cada cuatro años, el rábano oleaginoso no propaga la temida hernia de la col, e incluso ataca a los nemátodos. El rábano resulta ser un perfecto cultivo intermedio, para un huerto que ya ha sido cosechado, debido a que es una planta anual, sensible a las heladas y que puede sembrarse de febrero a septiembre. Al principio de las heladas, la planta se congela, y sus restos pueden dejarse como una capa protectora contra el mantillo en el huerto, la cual en primavera, simplemente puede picarse con el azadón o abonarse.
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