La remolacha de la variedad "Brigadier" es una remolacha forrajera amarilla, grande y robusta. Tradicionalmente, la remolacha y sus hojas se utilizan como forraje fresco para el ganado vacuno y ovino. Sin embargo, apenas desde el siglo XVIII se hace la distinción entre remolacha forrajera y nabos. Así pues, la remolacha forrajera también es muy buena para su consumo. En la cocina, se preparan con ella los típicos guisos espesos y sus hojas también se pueden utilizar como acelgas. Desde Frisia Oriental hasta Hesse Central, existe un interesante uso del zumo de remolacha como remedio casero para la tos. Para ello, la remolacha se rellena completamente con caramelo de roca marrón y se deja macerar, tapada. Transcurridas unas 12 horas, se vierte la primera tanda de zumo de remolacha y se administra al enfermo en vasos de chupito de 3 a 4 veces al día. En Irlanda se ahuecaban las remolachas, no calabazas, y se hacían farolillos para Halloween en otoño. Este tipo de farolillos se llamaban fantasmas de nabo. Es una bonita costumbre que se instauró mucho antes de Halloween.
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